El jardín del laberinto se construyó en 1914, una vez desaparecido el antiguo por expreso deseo de Doña María Cristina de Habsburgo-Lorena, a quién no le gustaba ver perdidos en su interior a damas y caballeros de la corte. El actual laberinto finaliza el eje que comienza en el jardín de la Danza y se prolonga por el jardín de las Damas y el cenador de la Alcoba. A nivel vegetal, este jardín se halla conformado por cipreses, tuyas y mirtos que despliegan su aroma durante el paseo o revelan sus formas geométricas desde lo alto de la Galería del Grutesco.